-¿Cuál es tu nombre?- -Emily señor- -De acuerdo Emily, asumo que ya te habrán dicho como se hacen las cosas aquí- ¿se vería muy mal si digo que no tengo una jodida idea? -Pero te ves algo joven así que voy a recalcarte la más importante, nada de andar fangirliando y/o acosando a los chicos. Un momento... ¿Que? Creo que iba a tener que volver a repasar mis libros de coreano básico porque francamente no podía seguirle el ritmo a la conversación. El hombre soltó un suspiro mientras giraba los ojos al techo. -Seré mas claro. Nada de: ¡Oppa te amo! ¡Oppa dame un hijo! ¡Oppa méteme tu Sugaconda hasta la garganta!- WTF... -No me mires así, hemos tenido casos, como sea, si te veo con un comportamiento similiar al que te acabo de mostrar estas fuera ¿Entendido?- Aún con mi cerebro cargando asentí mecánicamente con la cabeza esperando a que se distrajera para salir corriendo derechito por donde entré, algo me decía que ese no era el salón de belleza del amigo de mi primo. -Excelente, buena suerte- Antes de que pudiera reaccionar el hombre, con un brazo, abrió las grandes puertas dobles y con el otro me empujó hacía dentro haciendo que todos los pares de ojos se fijaran en mí. A pesar de haber un número considerable de personas mis ojos fueron atrapados por un grupo específicos de jóvenes. No podía creerlo Estas cosas simplemente no pasaban Mi mundo se detuvo Ellos estaban allí Mis ídolos BTS. ~°~°~°~ ¿Que pasa cuando una ARMY latina termina convirtiendose por accidente en la maquilladora de BTS? Solo diré que la palabra profesionalismo no entra precisamente en los ideales de Emily. ¿Cómo reaccionaran los chicos con esta nueva empleada que lo pondrá todo de cabeza? ¿Está mal enamorarse de más de una persona a la vez? Quizás no... ¿Y qué tal de siete? Bueno... Eso tal vez no esté del todo bien. Con el paso del tiempo la relación Fan/ídol irá dando paso a algo más grande.
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