La vida de la adolescente, Evelyne, cambia drásticamente cuando sus padres sufren un accidente automovilístico, muriendo ambos en el trayecto. Poco tiempo después decide con su Tía Anna vender la pequeña casa en donde estuvieron viviendo durante mucho tiempo: la casa de sus padres. La nueva casa que compraron a tan bajo precio, realmente era espeluznante, grande, antigua y aterradora. Eve, pensando que la vida no podría irle más mal, decide adentrarse en aquella casona encontrándose con una puerta encadenada, en donde reside un espíritu, ansioso por ser liberado de aquel sello de maldición; la engaña haciéndose pasar por un pobre niño encerrado. Sin saber aquello, ella lo libera, y es ahí donde su vida realmente comenzará a irle de mal en peor. Liberó al mismísimo demonio.