Sentado en el banco - Álvaro Gango | Dani Fernández (Auryn)

Siempre pensó que la palabra “rara” estaba destinada a aquellos que son buenas personas, que no se meten en líos, centran su vida en labrarse un futuro… El típico hijo que todo padre desea tener, del que se siente orgulloso. Aquel que no se suele ver en la sociedad del S. XXI.

Y entonces entramos en la definición correcta de la palabra:
Raro: Adj. Extraordinario, poco común o frecuente.

Lo dicho, aquel que es poco común, y ahí entra ella. Sí, está centrada en sus estudios, no se mete en líos, y su perdición: intenta llevarse bien con todo el mundo. Pero, ¿quién le iba a decir que el ser amable, incluso con aquella persona que a ojos de todos era invisible, volvería su vida patas arriba? ¿Quién le iba a decir que por ser la única que hablara con aquel chico “raro” iba a dejar de ser “normal” a ojos de los demás? Quién le iba a decir que algún día hablaría con fantasmas, mejor dicho, con un fantasma en especial. ¿Quién le iba a decir que algún día hablaría con el fantasma de Álvaro Gango?