Harto de ocultarlo, harto de fingir indiferencia, harto de ese maldito cosquilleo de mariposas reprimido en su estomago, Will Byers se ve decidido a conquistarlo, a dejar un poco su timidez a un lado y tomar las riendas de su vida.
Mike Wheeler se ve afectado por los acontecimientos recientes con su mejor amigo Will Byers, por lo que se ve tentadoramente seducido a descubrir que son los sentimientos que en el aflora. Nuevo en el mundo de ese amor que es repudiado por otros, se ve en la necesidad de descubrir la cura para su supuesta enfermedad...
La cura se encuentra en sus labios.
Se encuentra en sus caricias.
En sus ojos grandes y verdes.
La cura para sus males, es Will Byers.
Ambos movidos por la pasión, el amor y los celos, todo en el marco del año 1988 donde no hay ninguna garantía en la que su unión sea muy bien recibida.
Estrellas sonrojadas.
Portada hecha por mi, sin embargo el dibujo no me pertenece