Cloe Evans, de 18 años de edad, era una chica provinente de America Latina. Si exacto, la mismísima America Latina, al otro lado de America del Norte, donde las personas son alegres, divertidas y realmente únicas. Su padre, Edward Evans era proviniente de America del norte, heredandole su apellido Estado Unidense. Su madre, por otra parte era Latina, proviniente de Venezuela. La vida de Cloe se componía por 5 personas, sus padres, hermano mayor, Fran Evans de 19 años, su hermanita Susy Evans de 6 años, y su prima Mandy Evans de 18. Ella se verá obligada a asistir a la misma universidad que su hermano, al cual quedaba a 4500km de su hogar, junto a esta, su fraternidad. Su llegada hará cambiar todo, trayendo cosas buenas, como malas también. Descubre mas en Enamorado de una ¿latina?
Gala siempre ha tenido las cosas muy claras pero una serie de acontecimientos inesperados le dará mucho que pensar. ¿Quién es? ¿Por qué a ella? ¿Qué quiere?
Cuantos de nosotros vivimos en nuestra zona de comfort y nos da miedo salir de ella, pero de repente un día aperece alguien que nos saca de allí. Llega en el momento que menos esperamos, como un huracán arrasando con todo a su paso y nos mueve el suelo, transformándolo todo en un caos.
Cuantos de nosotros hemos estado viviendo en días grises, hasta que ocurre, aparece esa persona y nuestros días pasan a tener muchas gamas de colores, se llenan de millones de ellos. Y lo único que te preguntas es por qué no ha ocurrido eso mucho antes.
A cuantos de nosotros nos ha cambiado la vida una persona así sin previo aviso, de tal forma que sin planearlo te encuentras en un caos del que ni quieres ni sabes como huir, a cuantos de nosotros nos han dejado marca sin necesidad de herirnos.
Por todos esos amores que nos transforman, nos hacen evolucionar y sentirnos cómodos rodeados de todo ese caos.
Agradecimientos
Gracias queridos lectores porque sin vosotros nada de esto sería posible.
Gracias a mi familia por apoyarme en todo y ser el motor que hace que me mantenga a flote.
Gracias a mi madre por ser la estrella que me guía y a mi abuela Dolores por decirme lo orgullosa que está de mi cada vez que puede.
Gracias a mi padre por desafiarme siempre y hacer que cada día me supere a mi misma.
Gracias a mi hermana por su cariño incondicional.
Gracias a todos los que me leéis y dedicáis unos minutos de vuestra vida a mis escritos, espero y deseo que sintáis la misma ilusión que siento yo cuando escribo.