Con una única mirada hacia el chico pelirrojo cuyo nombre es Leo, Axel decide averiguar qué y quién es. Leo se ve atrapado por esos hipnotizantes ojos de mirada felina, aunque aun así, intentará escapar del joven de pelo color carbón siempre que pueda. El distinto mundo de ambos comienza a desmoronarse e intentan recomponerlo... Aunque no cuentan con el riesgo de enamorarse.