Ser una sirena no es fácil... y menos cuando de repente me sale un poder de mover las cosas sin querer. Y tener que aguantar al arrogante de Sam Maison era el colmo. Lo peor era que lo que creía que sentía hacía Sam era odio, en realidad era amor. Lo que no me espraba era que la ciudad de las sirenas, Calipso, estuviera buscándome para sacrificarme por sus estúpidas profecías. Y que ha Sam le diera por casi ahogarse y que descubriera lo que era en realidad no ayudaba... Soy Melyssa Craft y soy una Sirena, pero no una cualquiera como creía, si no una Sirena de la Luna.