Querido Diario: "Cada día es menos doloroso que el anterior, cada día respiro un poquito más, y al pasar de cada día es un poco más fácil sonreír... Perdí muchas cosas en cuestión de segundos, mi coraje por ejemplo, o mis ganas de vivir, confíe demasiado en personas que no lo merecían y destruyeron el poco amor propio que me tenía... No me pidas volver, porque si reabro esa herida será demasiado profunda para volverla a suturar. Anhelo tanto un abrazo en los brazos correctos, pero si me lo dieran y me dejaran, ya no abría marcha atrás, estoy en la delgada línea entre la cordura y la locura, quisiera mandar todo a la mierda y dejarme guiar por las voces que se oyen al fondo de mi cabeza y me piden que las ayude... Dudo de la realidad, ya no sé que es verdad o que es mentira, mis días se convirtieron en una monotonía tan constante que básicamente puedo oírla gritar... Me aferró a lo que puedo y voy despejando la nube que se ha instalado en mi cabeza, esto es temporal... Lo sé. Sólo es una prueba, y me falta muy poco para salir de este agujero, ya veo luz en la cima, a unas cuantas caídas más, es todo lo que me falta para comprender que esto está por terminar, pero primero mi querido Diario, te contaré que nos trajo hasta aquí..."