"Lo siento," soltó, mirando absortamente al mar, esforzándose que su voz no se quebrara. "¿Qué?" preguntó el ingeniero confundido, sentándose al lado de Simón y apoyándose en la borda. "No debo..." empezó Simón, pero Villa le interrumpió. "¿Salvarme? Espero que me salves siempre que esté a punto de caerme de la nave," rió. Pero Simón no sabía qué difícil se haría salvarle a Juan Pablo. Porque su historia agridulce tenía lugar en el año 1911. Porque él lo amaba. Y porque los dos eran hombres. (Ganador de los Premios Villa1k 2020 en la categoría Mejor Fanfic.)