Dicen que después de la tormenta, viene la calma. Lo que es cierto, no lo niego. Pero la tormenta dejó un desastre. Tal vez un desastre emocional. Soy Lynce, tengo 19 años y soy un sobreviviente del fin del mundo. Vivo con 13 sobrevivientes más, en un refugio amurallado en La ciudad de Buenos Aires. Pasaron 2 años desde aquella catástrofe, que admito... lo teníamos merecido. Muchísima gente había muerto en el accidente. No conozco mucho sobre cómo o por qué pasó. Pero el mundo estaba en guerra. Rusia, tenía un arma secreta, la cual desató este desastre mundial. El aire dejó de ser respirable, todo estaba frío, nevó por un año, algunos se suicidaban cuando contraían "La enfermedad". Yo pude sobrevivir, pero no puedo decir lo mismo de nadie que yo conozca. O bien, que haya conocido en el pasado. Ahora estabamos en mejores condiciones. Pero éramos la esperanza del mundo. Tenían preparado algo para nosotros, y yo no estaba listo para eso.