Nunca creí que enamorarse sería tan fácil... pero lo es. Es tan sencillo, tan fácil como respirar. Ni siquiera tienes que pensar en ello, simplemente sucede. Cuando ves a la persona que amas, tu pulso se acelera, sientes retorsiones en el estomago y cosquillas en el corazón, y de repente te sientes enferma y llena de energía al mismo tiempo. Te has enamorado.