Izuku Midoriya fue el único insensato de la aldea que se dirigió voluntario hasta el hábitat de aquel monstruoso dragón, pero lo que no esperaba era encontrar un joven agresivo y mal encarado quien afirmaba ser dueño de esa bestia con alas. Pronto se dará cuenta que el diálogo será inviable para intentar llegar a un acuerdo con él. ¿Qué hará Izuku después de prometer que protegería su aldea del dragón? ¿Era ese chico más peligro que el propio dragón?