"Él era mi oscuridad y yo era su luz. No podíamos existir sin el otro". Para mí, la vida era simple. Iba a la escuela y estudiaba. Pasaba el tiempo con mis amigos y me alejaba de los problemas. No bebía, no maldecía, y sólo salía con caballeros. Era la típica chica buena con un brillante futuro. Mi mundo parecía perfecto. Pero eso estaba a punto de cambiar. Justin Bieber era la única imperfección en mi vida. Él era el chico malo, la oveja negra, aquel del que siempre te advertiría tu madre. Sólo tenía una regla estricta: No enamorarse. ""Pero algunas reglas fueron hechas para romperse."" Nosotros éramos mejores amigos, inseparables desde la niñez a pesar de nuestras diferencias. Yo conocía al verdadero hombre que se escondía bajo los tatuajes y la mala actitud. Él conocía todos mis secretos y sueños. Pero no sabía que había una cosa que yo quería y no podía tener... a él. Pero a veces el Destino tiene una curiosa manera de intervenir. Pronto, nuestro mundo colapsó. La guerra estalló. La oscuridad reinó. Solos y prófugos, nuestra única meta era sobrevivir e ignorar los sentimos que teníamos por el otro. Pero el amor es poderoso y lo es también la oscuridad.