La credibilidad, el amor, el cariño y una madre es primordial para los diez primeros años de un niño. Pero también conocí el dolor, el señor predicador dejo una huella que no se borra en nuestra familia. Crecí mostrándole al mundo que era fuerte, después la marca dolorosa qué dejola vida en mí, ya nada a logrado dañarme y me he dispuesto a cumplir las promesas que le hice a mi madre. Me prometí al mismo tiempo que no buscaría el amor en una persona que no fueran las tres mujeres de mi vida, mi hermana, mi tía y mi madre. - El amor es un asco- dije pensando en voz alta, así que me hice el tonto y le di un bocado a la lasaña qué preparo mi amada tía. - no es el amor tonto- ríe para después darme un golpe en la cabeza, frunci el ceño y me sobe en la zona lastimada diciendo un molesto "¡Hey!" - son las personas, hay personas que saben amar bien y otras que saben amar mal, la gente es el problema no el sentimiento... Al rato de esa platica y sin hablar más del tema, terminamos de cenar. Cuando me metí a mí cuarto me puse a pensar en esas palabras dichas por mi tía que me dejaron sintiéndome vacío. A lo mejor y si le doy una oportunidad al amor después de todo, pues la persona que me puso en este debate puede estar algo loca. Pero de alguna forma ya me ha robado el corazón.