Meterse en cosas de piratas está mal pero, ¿Qué pasa si te meten? Monkey D. Luffy había destrozado la residencia de Charlotte Linlin y la Yonkou estaba furiosa. Big Mom deseaba venganza, y sus hijos estaban dispuestos a dársela, pero con lo que el segundo no contaba, era con la artimaña que tenía preparada la pirata. La Emperatriz había ordenado traer a una muchacha joven, casi una niña. Esta hermosa e inquietantemente irreverente muchacha era la medio hermana de Luffy, hija del mismo padre. Katakuri no había estado muy de acuerdo en involucrar a personas ajenas al asunto en el plan de venganza, pero una orden es una orden. Cuando una gigantesca mujer pirata apareció delante de su puerta, Liah se quedó en shock. ¿Cómo era posible que fuera a pagar ella por las acciones de un hermano al que ni siquiera conocía? Incluso dudaba en que él supiera de su experiencia. ¿Cómo se atrevía a salpicarla con sus acciones? Katakuri es el encargado de vigilar al cebo. Liah no se dejará utilizar para una venganza. ¿Cuánto tardarán en rendirse el uno al otro? ¿Cuando se dará cuenta él de que, detrás de toda esa rabia, se esconde un dulce bocadito que se muere por probar? ¿Qué hará ella cuando descubra que ese formidable e intimidante guerrero, con muchas más cualidades que todas las personas que conoce juntas, es todo lo que desea para su vida? Dos mundos diferentes. Dos mentes que funcionan de forma opuesta. Deseos completamente distintos. ¿Cómo dos seres tan incompatibles pueden complementarse de forma tan perfecta?All Rights Reserved