Mirando por la ventana se pasaba las horas, esperando que aquel rostro jamás apareciera. Sin embargo, el futuro no se espera. Se sale a buscar. Pero, ¿y si aquel que le sonrió en la heladería, o quien la empujó mientras caminaba se convierte en su peor enemigo? Peor, ¿y si se convierte en su mejor amigo? La carga sería insoportable, porque sabe que tarde o temprano él la descubrirá, y vendrá por ella. A todos a quien conozca acabará, y con ella se entretendrá, sin jamás saciarse. Por esa razón, los secretos la salvarán, y no hablará aunque deba llevarlos consigo a la tumba.
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