¿Cuánto se puede amar a alguien realmente?, tanto como para pedirle el divorcio.
Aun sabiendo el dolor tan grande que esta decisión te causara, Kayden Evans le pide el divorcio a su marido Colin. Para ella el divorcio es la última esperanza de volver a ser feliz y de cumplir aquella promesa que hizo ante el altar cuando se casó con Colin. Ella no podía continuar viviendo bajo aquel cielo estrellado donde todo parecía estar bien, en su matrimonio. Separarse de Colin era la única salvación para dejar de lastimarse ambos, y no seguir lastimando a sus hijos.
Colin nunca se imaginó que terminaría repitiendo el mismo patrón de su padre, al divorciarse de su mujer. Un patrón que el mismo vivió y no quiere que sus hijos vivan ese mismo dolor, al ver a sus padres pelear todo el tiempo. Termina dándole el divorcio a Kayden aun cuando por dentro las dudas lo invaden si está haciendo lo correcto.
Tras el divorcio, ambos se separan tanto que dejan de verse por un tiempo. Cuando un inesperado suceso los vuelve a poner frente a frente se darán cuenta que aún hay muchas cosas que dejaron a la mitad del camino.
Amar a alguien es dejarlo ir, dejarlo en libertad para que vuele tan alto como pueda. Sin importar el dolor que estemos sintiendo por dentro, no podemos retener a nadie a nuestro lado por más que lo amemos. Porque amar no basta, se necesita algo más que amor para continuar estando juntos.