"No puedo evitarlo y quiero gritarlo, hermoso cariño que Dios ha mandado nomás para mí"
Cantaba Miguel en la Plaza del Mariachi, deleitando con su voz a cualquiera que pasará por ahí, dejando a la gente con ganas de seguirlo escuchando.
Hasta a un extranjero...
Hiro Hamada, se la vive encerrado en su cuarto sin tener contacto con el mundo exterior, su tía, la señorita Cass, se había mudado con su sobrino a México después de los sucesos que le pasó a su familia en San fransokio. Un día, deciden ir a una plaza reconocida en Santa Cecilia, lugar en el que viven ahora, terminando por escuchar al menor que se ganaba el dinero tocando canciones con tonos melifluos.
Hiro no pudo apartar la vista de Miguel.
Miguel sólo le sonrió a Hiro.
>>>Higuel<<<
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