- ¿Eres virgen? - Me pregunta, mirándome fijamente, aún con ambos brazos recargados. Comienzo a ponerme roja e incomoda a su lado. - Te... quiero, _____. - Dice Thomas antes de caer en un sueño profundo a mi lado. - Es que... ¡No se como decirle! ¡No se como lo va a tomar! ¡Todo esto es mi culpa! - Grito, mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas. - ¡Me duele! ¡Me duele mucho! - Doy un grito demasiado fuerte por el dolor. - ¡Alguien! ¡Traiga a Thomas, por favor! - Esto es lo más importante que diré en mi vida. - Dice Thomas, mordiéndose el labio inferior por los nervios. - Espero que tu respuesta sea positiva, bueno lo que te quiero preguntar es...