Apareció en la mitad de la primavera, brillando indescriptiblemente,
parece que no hay palabras, no hay gestos que le hagan justicia,
desde ese día, una tormenta se ha instalado en mi corazón y he sido incapaz de ser parte tuya,
era un rayo con ojos ocre, tomando prestada una voz humana.
El dorado de tu cabello, bailando mientras te balanceas era más agraciado que cualquier otro
tan bien combinado con el blanco de tu piel, tan hermoso que podría tan solo desaparecer,
muero tanto por saber cómo ves los colores del mundo
que justo ahora alcé mi mano hacia tu mejilla, temeroso de que te pudieras romper.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...