«Hajime, tengo que encargarte un trabajo.» Hajime miró a Fuyuhiko directamente, atónito. No era común que la cabeza de la familia Kuzuryu le diera órdenes directamente por más que fueran hermanos. «Tenemos un cliente que está dispuesto a darnos información si nos cargamos a esta persona.» Deslizó la foto sobre la mesa. Parecía alguien muy joven, probablemente de la edad que ellos tenían. Nunca se tuvo que encargar de alguien tan joven... ¿podría hacerlo?