Ella era adictiva , todo en ella su olor dulce como la vainilla , sus ojos vivaces como los de un gato , sus labios Tan tentadores ... como el pecado mismo . Ella te envuelve con su esencia y estás perdido. El solo sabía una cosa y era que; cuando algo era suyo nunca dejaba de ser suyo y ella era suya y le gustaba. Ella era para él como la ambrosía de los dioses. No sabe si empezó cuando la vio con ese uniforme tan infantil sobre sus rodillas con las manos enrojecidas por forcejear con aquel tipo. O fueron las palabras tan bien produciadas con ese acento tan esquisito, pero algo si sabía esa bella criatura que expulsaba palabras obsenas por esa boca , esa boca... Dios mío tan pecaminosa ; se la imaginó haciendo muchas cosas con esa boca .. cosas que que le gustaron de solo pensarlo su piel ardió Recuerda que los actos quedan grabados con fuego Y el amor no llega cuando el ácido te corroe