Casi todos los libros que hablan sobre historias de amor tienen a la chica linda, la chica con cuerpo de modelo que no lo sabía, ellas, las que obtienen el final feliz, y eso está bien hasta que después pensé "¿Qué pasa con las demás? ¿Las chicas de grandes proporciones? ¿No son felices por su peso?"
Alexandra es una de esas chicas, incapaz de creer que las chicas como ella puedan tener una historia de amor y mucho menos con un hombre sacado de una revista. Alexa considera que pesar 85 kilos es sinónimo de "Lo que caiga es bueno".
Hasta que conoce a alguien especial, alguien que la hará creer por un momento que con amor todo es posible cuando en realidad tendrá que darse cuenta, que por más amor que se reciba, nunca será suficiente para ser feliz.