
Aún recuerdo la última vez que lo vi,estaba herido y destrozado,rogándome que salvara mi vida,nunca olvidaré sus palabras,ni su voz. Después tuve que huir,y lo perdí,me di cuenta que el no era el perdido que era yo. Mis sentimientos se confundieron,cuando pase de ser princesa a guerrera,de guerrera a plebeya y de plebeya a reina. A menudo preguntaba al cielo,¿Donde estás tú?All Rights Reserved