Lo veo lejano, pero lo deseo.
Ese día que te vea al lado mío
y te diga lo hicimos de nuevo.
Pudimos, acá estamos sintiéndonos otra vez.
Más fuertes, más grandes, más sanos.
Mirándonos a los ojos creyendo en nosotros
y recordando nuestra batalla.
En memoria de cada noche que no te tuve,
te voy a hacer el amor hasta el cansancio.
Cada mañana que me faltaste prometo que vas a desayunar amor y una sonrisa.
Por cada vez que no te abrace, no te voy a soltar. Algún día va a pasar.
Tiene que pasar, porque cada día que pasa es un día más si vos y un día menos para el reencuentro.
Y no te espero, te anhelo, la seguridad me consuela un poco el vacío que dejas cada venís y te vas.
Te perdono por no haberme perdonado.
Por haberte ido sin soltar el pasado.
Te perdono por todos los cielos que recorriste sin mi consentimiento y sin mi permiso.
Aunque sé que después de que lo hagas...
vas a volver a mi, amor.
Vas a volver,
porque tanta magia nunca antes fue vista.
Porque me contaron que uno
siempre vuelve a donde fue feliz,
y esto de estar sin vos parece un mal chiste,
un intento de mi cara de sonreír para afuera,
una carcajada con poco sentido, o todo el sentido
pero que nunca llega a ser tan llena que cuando estaba acostada con vos, o andando a lo loco.
El puente, el pasto, y la vida nos esperan, y yo te amo todavía, y cuando vuelvas aún más.