¨-Es una maldición, un maleficio, un hechizo...llámalo como quieras. He caído profunda e irremediablemente a tus pies- susurró acercando lentamente su rostro al de ella. -Eso no puede ser posible- respondió tajante. El muchacho la observó suplicante, con el cuerpo repentinamente rígido - ...no puede ser posible, ya que estoy muerta. ¨