-Entiende... El problema no es tú presencia en mis sueños, el problema es tú ausencia en mi realidad. -Dije mirando a la nada con un nudo en mi garganta y un hilo de voz- La miré, y ahí estaba ella. Cuando la mire pensé en todo lo que ha pasado, en cuanto me gustaría besarla, abrazarla, darle todo mi amor, pero sobretodo pensé en todo lo que causaba en mi... En que me estaba enamorando.