Roberta Invierno tiene dos simples reglas que se esfuerza por cumplir, a) no llamar la atención y, b) ponerse sus antiguos y desgastados jeans por lo menos tres veces a la semana sin importar la ocasión. Lo que ella no sabe es que algunas de esas ocasiones la llevarán a relacionarse con alguien, Luke Hemmings, el nerd de la clase, a quien por su puesto ya conoce pero a quien le gusta ignorar, un chico que cambiará su percepción de ver las cosas y su mundo extendiendo esos viejos jeans en el piso de una pequeña habitación a las afueras de Sydney. Pero Luke tiene un problema, y uno muy grande y serio, aún así, es un verdadero príncipe con ella, tal vez se deba a lo que siente por ella. Pero ellos están hechos el uno para el otro. Fueron creados para compartir su dolor guiados por aquel enigmático y místico "hilo rojo" del amor y la "pasión" por hacer cosas que los unen más, aunque en éste caso sería su "hilo negro" de depresión, soledad y problemas violentos. Aunque no todo son problemas y depresión en ésta historia.
Una historia diferente, sin romances tóxicos pero con mucha química.
¿Puede una chica romántica y delicada enamorarse de alguien tan ruda como Lynn Loud? Issabella Abrams era esa chica: amante del color rosa, del maquillaje, la poesía, y de las historias de amor. Todo lo contrario a Lynn Loud, quien prefería la acción, los deportes y no se preocupaba demasiado por lo sentimental.
A pesar de sus diferencias, había algo en Lynn que atraía a Issabella. Tal vez era su valentía o su determinación, o quizás el hecho de que Lynn no temía ser exactamente quien era. Mientras que Lynn también sentía cierto interés en Issabella, no entendía como no podía tentarse en ganar y ser la número uno, veía que ella era como una suave brisa que acariciaba el rostro hasta de quien no merecía con dulzura, dulzura que raramente a Lynn le encantaba.