La música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música se convierta en más... un arte excepcional, un arte que pone tu piel de gallina, un arte que vive por si sola. Mark, Chris, Frankie y Dustin consideran ese arte su vida, nada más los aleja de ella, hasta que claro, otras cosas empiezan a convertirse en sus prioridades.
Mark Zugadi es tan solo es el explosivo vocalista de la banda canadiense Four Chips, aquel que toca la guitarra cuando quiere escapar de la realidad, ese que le encanta pelear con su bonita vecina de la infancia y que sin querer tiene sentimientos encontrados cada vez que sus ojos se posan sobre ella.
Vanessa Martin es la chica lista, mejor amiga del primo de su mayor enemigo-O eso dice ella en voz alta-, y aquella chica... que pierde el título de "lista" cuando su corazoncito empieza a bombear diferente al discutir con Mark.
Todo entre Mark y Vanessa son discusiones absurdas cada vez que están en la misma habitación, pero todo empieza a cambiar cuando alguien amenaza la vida de Vanessa haciendo que ambos vean más allá de solo peleas y odio. Mark se da cuenta de que debe proteger a su corazón, a su musa Vanessa, la mujer de la que siempre ha estado enamorado.
Como dice el dicho, la música es el mejor remedio para unir a dos corazones... Esperen, ¿es realmente es un dicho o... una realidad?
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Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.