Normalmente, nuestras vidas se ven perfectas; tenemos dinero, amigos, viajes, todo lo que queremos en sí. Es fácil para nosotros, los adinerados. Todo es tan fácil. Pero hay cosas que por más buena vida que lleves, no puedes solucionar con dinero. Enamorarse es una de ellas, y menos en pleno del conflicto en el que, únicamente por mi apellido me metí. Las cosas parecen normales, hasta que te das cuenta de todo lo dañado que es tu alrededor.