Dicen que si no cuentas los sueños, suceden. Nunca he contado lo que sueño a las personas, pero tampoco los mantengo en el anonimato. Los escribo y, aunque ya no llega a su destinatario, va dirigida a esa persona, pero no se lo diré, para que la duda me cuide y mis palabras me maten. No hay nada más que importe...