Te juro que mirarle a los ojos dolía inmensamente en tu corazón, ver esos ojos café afirmándote que todo aquello vivido es erróneo. Un miedo de culpabilidad te come por dentro a la vez que eres super feliz, ver esa sonrisa no tenía precio y sentirla en la oscuridad de su habitación mientras le besabas menos todavía, sentias lo prohibido como lo mejor que te ha pasado.