Un crimen pasional.

Fernando Savater expresa en una de sus novelas una frase que llama particularmente mi atención. "Si uno ya no es el mismo no debiera ser llamado del mismo modo".

Es curioso que mencionara "ser llamado", como si automáticamente al cambiar tu nombre dejas la esencia de quién eres, reencarnando en el mismo cuerpo pero con distinta alma, pero, ¿Nuestra alma puede seguir siendo tan pura al cambiar? O ¿La pureza viene a través del cambio?

Son preguntas que me rodean día y noche, también gracias a que no puedo dormir, pero al recordar cada quejido y sollozo que dejé en la tierra me siento un alma tan pura, y al volver a mi normalidad me siento tan ajena, como si mi cambio fuera de momentos, dos almas habitan en mi cuerpo persiguiéndome siempre y condenándome con el conocimiento que no son dos almas, simplemente soy yo en mis dos versiones.

Me encanta saber que no soy la única de dos versiones, ya que tú, amor mío, no sólo tienes dos sino que traspasas a cualquier límite que pudiese alguien conocer.

Las almas aún lloran sus muertes, y yo extraño lo que hice con ellos.

Ven querido, seamos criminales pasionales, toma mi mano y sigamos matando.

Que la sed de sangre que tenemos será pagada con los cadáveres que dejamos.

Novela escrita por Mélanie Martínez y supervisada Luifer Tabacchi.