-¿Qué pasa? -Pregunto angustiado./-Y, ¿y si la llamas tú? -Inquiere-. /-Madre, ya lo hemos hablado y siempre hemos llegado a la misma conclusión -le recuerdo. /-No me puedo creer que no hayas dicho nada. Ni siquiera le has preguntado por su madre -me reprocha mientras caminamos de vuelta al hospital.