-Te dije que terminarias cayendo en mis encantos- Le dedicó una sonrisa de burla. -Quien no podría caer ante semejante belleza- La miro de pies a cabeza, ella simplemente se limitó a sonrojarse y lanzarle una mirada amenazante. -Hazme un favor y cállate, o terminaré por estallar mi puño en ese rostro pálido que tienes-. -Callame a besos, encuentro qué es una mejor opción, ¿No crees?- Sin quitar esa mirada de deseo se acercó hasta ella y la observó admirando cada detalle del rostro de aquella chica- Nunca dejare de amar cuando te sonrojas por mis palabras- terminó por decir para juntar sus labios- ¿Ahora quién es el cae en los encantos del otro?- La miro con burla, ganándose un golpe de ella en su nuca. -Ya cállate y no arruines el maldito momento Min-