AU. // Te conocí un día de lluvia. Ibas sin paraguas, con cara de cachorro perdido y tristeza infinita rebosando de tus grandes ojos castaños. Estabas empapada, toda tu ropa chorreaba y a mí me dieron ganas de abrazarte y susurrarte que todo iría bien, sin saber todavía qué te ocurría. Supe desde aquel momento que ibas a cambiarme la vida; no me importó si sería para bien o para mal. Y lo cierto es que acabaste rompiendo todos mis muros para hacer de ellos nuevos puentes.
4 parts