Fue un encuentro trivial bajo el resplandeciente sol de verano. Ambos con los pies sobre la arena y la mirada en el otro. Ella era una chica, cuyos cabellos caían sobre su espalda, que se frotaba la cara luego de distraerse mirándolo por el rabillo del ojo. Su cuerpo sólo cubierto por un bikini rojo y su mente invadida por el chico de ojos azules. Él era un chico de secretos que jugaba y peleaba en el mar con sus compañeros. Acostumbrado a tratar con chicas que se le tiraban encima para alardear de haber estado con el más rudo y guapo de los alrededores, acostumbrado a las chicas de piernas kilométricas y mechas californianas. Despertaba miedo dónde pasase, pero no en ella. Él no necesitaba a una hermosa chica, necesitaba a alguien como ella. Polos opuestos, o no tan opuestos después de todo. ☀️No copias no adaptaciones permitidas☀️