Mi nombre es Neo, acabo de ir me de casa, se que es difícil, pero debo buscar mi camino, extender mis fronteras, conocer nuevos lugares y encontrar mi destino.
Ahora me dirijo hacia la estación de trenes, al llegar un amable sujeto me recomendó que si voy de viaje a explorar comenzara por un pequeño pueblo, este no tenía nombre, pues no han tenido nunca un líder, pero también se dice que es un pueblo fantástico y mágico, donde uno puede disfrutar de las maravillas y encontrarse a si mismos, era justo lo que buscaba.
Después de agradecerle al señor fui corriendo a comprar mi boleto, cuando pregunte por los boletos del pueblo sin nombre, el sujeto que vendía los boletos me miro con cara rara, le pregunte a que se debía y me dijo que no era nada, que lo olvidara, me pareció extraño pero continúe mi transacción.
Cuando compre el boleto me dirigí a la sala de espera, era diferente a todas las demás salas, por alguna razón esta era de madera, se veía muy natural, me agradaba, se sentía limpio y libre, una señora que estaba también sentada en la sala me miró sonriente, algo nervioso la salude, ella se acerco a mi y me dijo Buena suerte.
Las palabras me extrañaron y me pusieron nervioso, pero no importaba, estaba a punto de embarcarme en mi primera aventura solo, estaba nervioso y animado; paso el tiempo y el tren llego, se hizo una pequeña fila, eramos 8 pasajeros, entre ellos uno me llamo la atención, un muchacho con cabello azul y unos raros ojos color rojo, no le di importancia, pase al tren y sellaron mi boleto, al subir el chofer antes de arrancar grito "Todos a Bordo, ultima llamada para WhiteTown"; así que le llaman así, me imagino que white por blanco, en referencia a no tener nombre.
Me aburría hací que decidí leer un folleto del pueblo, al parecer por esa zona era muy común ver seres Antropomórficos, que genial, por donde vivo se ven muy rara vez, quizás allá pueda hacer amigos, eso me lleno de ilusión, con el tiempo, e
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".