La capitana del Nao Victoria, Kim Teach, navegaba por las corrientes del Océano Atlántico junto a su tripulación buscando un tesoro que anhelaba desde que escuchó de su historia. Muchos piensan que es un mito, pero gracias a su mano derecha Nathaniel, jamás se rindió y siguieron buscando hasta el último rincón de cada cueva que exploraban.