Éramos dos almas que amaron y fueron amadas, hasta que la vida nos arrebato a quien más necesitábamos. Cómo espectros vagamos por la vida. Sin sueños ni aspiraciones, sólo respirar. Un encuentro casual, una mirada cruzada por donde el dolor se asomaba. Y no hubo necesidad de palabras para comunicaros. Sólo tu y yo en una habitación oscura.