Me acerco a él lentamente mientras me desabrocho mi vestido de noche, el me mira vacilante, pensando en levantarse de la silla y quitármelo el mismo o dejar que lo haga yo.
Cuando termino de quitármelo, lo dejo caer sobre sus piernas, el admira mi cuerpo desnudo con esos ojos azules, en ellos tenía un toque de lujuria.
Doy una media vuelta dejando sonar mis tacones contra el suelo y rodeo la silla que él estaba sentado, quedando detrás de él, me agacho un poco curvando mi espalda para quedar a la altura de su cuello.
﹣No jueges conmigo Nell﹣ dijo notablemente excitado, a lo que yo contesto con un pequeño mordisco sensual en su lóbulo derecho, este reacciona con un gruñido de satisfacción
﹣Si no hay juego, no hay diversión﹣ dije dando la vuelta a la silla quedándome en las piernas de Jaden
﹣La única regla de este placentero juego, es prohibido
enamorarse, así que ¿Por qué no jugar un poco?﹣ terminé de decir casi encima de sus labios. Los dos no aguantamos la mirada y él fue el primero en bajarla a mis labios, hico la intención morderlos cuando me alejé un poco.
﹣No te he dado permiso para besarme﹣ dije sensualmente- mi juego, mis reglas
ADVERTENCIA: Esta historia tiene contenido adulto, escenas sexuales, lenguaje adulto y demás.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...