Elizabeth y Valerie Swann, hijas del Gobernador de Port Royal, amaban las historias de piratas, esos hombres que saqueaban ,buscaban tesoros y dedicaban su vida a la mar. Lo que ellas no sabían, es que gracias a la moneda de aquel niño que habían encontrado en mitad del mar estaban destinadas a vivir una aventura de piratas, donde descubrirían facetas y sentimientos que ellas mismas desconocían. Yo-ho, Yo-ho, pirata siempre seré.