Era una cálida tarde. El ambiente olía a violetas y gardenias.
Dentro, el sol inundaba el cuarto, a través de las suaves cortinas de algodón de color vainilla, que cubrían los dos ventanales blancos.
La sala estaba pintada con un verde grisáceo, dando un toque armonioso y elegante. En el centro, dos butacas blancas y cómodas, con acabado capitoné; una de espalda a la ventana, la otra, enfrentada a la primera. Estaban ocupadas por dos personas. Un hombre y una muchacha. Entre los mismos, una mesa ratona, de cristal. Debajo, una alfombra de listones de madera clara.
A la derecha, una biblioteca moderna lacada, del color de los granos de café. Frente a ella, unos libros desparramados sobre el oscuro suelo de madera plastificado. A la izquierda, una lámpara de pie, curva, con base de mármol a tono con el suelo.
El hogar, apagado, descansaba con leña en la boca.
La muchacha llevaba una libreta, un intenso burgundy en su cabello y unas gafas de sol. Él no entendía por qué traía las últimas. Hacía horas estaban dentro.
-¿La recuerdas? -Preguntó ella-.
-Sí, la recuerdo perfectamente. Tengo su imagen aquí. -El hombre de cabello dorado, señaló con el dedo índice, su frente-.
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Espero que les guste y les atrape esta pequeña historia de Pablo y Kally {Pally}
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media.
Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no es tan simple como parece. Luke en su nueva vida es descendiente del famoso escritor Edgar Allan Poe y debe lidiar con un viejo rencor familiar.