Antes de que tu vela se apague, recuerdas todos los acontecimientos importantes de toda tu vida, cada recuerdo, cada momento como si se tratase de una película; recorres tu mente como un lago maravilloso de largometrajes mentales, antes de que todo se desmantele con tu último aliento. Como una vela; ya que cuando apagas una vela la puedes volver a encender, pero en esta existencia podrás hacerlo en otra persona, realidad, ser o seres. Es subjetivo, es tan indulgente al de recibir el beso del soplido, antes de que tus ojos den ese último brillo, esa ultima pequeña llama amarilla que se apagará cuando sea soplada.Все права защищены
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