Sherlock creyó que había podido resolver el caso que Mary le dejo, nunca se dio cuenta que el volver a acercarse a John era el inicio del juego, no el final, en este caso se dará cuenta de que si desea ganar deberá enfrentarse a aquello a lo que le teme, porque Mycroft tenía razón cuando una vez le dijo que él no aceptaba los sentimientos y emociones porque más que verlas como innecesarias, les temía, y si no logra ganar este juego, perderá aquello que ama con todo lo que es.
Por su parte Watson librara la batalla más peligrosa, los actos cometidos antes de la guerra y en esta misma, han regresado a cobrar facturas y están dispuestos a consumirlo hasta no dejar ni la mínima sombra del buen doctor.
El último mensaje de Mary, aquel que recibió uno de los Holmes y que nadie se esperaba es quien le hace ver al detective que el caso de John H. Watson, es el caso más difícil que alguna vez se podrá enfrentar, y todo por estar muy dentro de aquello que él no puede manejar del todo: emociones y sentimientos.