Nada ni nadie la paraba, fría y dura, nadie que quiera seguir con vida se interponía en su camino. Y no, no era traficante, ni de la mafia, menos policía, ella iba por libre, sola desde que su mundo se destruyo. Pudo vengar eso, pudo hacer justicia por los suyos, pero algo la para, alguien. Cuando ese alguien la caga, se desarmó la peor de las pesadillas para Troy.