El suave toque de una brisa primaveral, el roce de sus labios bañados en miel; un adicto se había vuelto a ella sin siquiera darse cuenta. Una noche basto para querer mil mas, un instante mas en aquella agitada ciudad de Chicago, donde sus corazones se habían encontrado alojando una eterna letanía, aquellas que sus labios no podían pronunciar. Viviendo con la promesa de verse la siguiente semana, para entregarse de nuevo al sentimiento que los embriagaba hasta perder el sentido y la noción del tiempo. No existían ataduras, no había compromisos, le amo como a ninguna otra, le entrego todo lo que su ser poseía, un beso, una mirada, un secreto y mil maneras de amar a alguien; y se sorprendió que alguien como ella pudiera amarlo a el con la misma pasión con la que se entregaban en las noches de luna llena
"Ella me estaba amando
ella me dijo que estaba sola...trato de mantenerme como pudiera; porque ella tenia familia...te mintió, me mintió"