Entramos en el año 2200, y con él llegan unas nuevas escuelas -más bien internados- para gente con poderes o de condición poco humana, cuyo propósito será ahondar en el arte de matar. Sin embargo, no todos tienen lo necesario para ser asesinos de alto nivel. Raoul y Agoney son demasiado puros como para estar en un ambiente así, pero su destino es ese. Aunque, quizás, acaben encontrando mucho más que sangre y muerte.