"Todos somos estrellas perdidas tratando de brillar en la oscuridad" Riverdale. Esa pequeña ciudad aparentemente inocente y segura, donde todos se conocían y todo parecía perfecto. Esa ciudad llena de secretos, llena de sombras, mentiras y farsas bien construidas que, desde hacía ya unas semanas, amenazaba con romperse. Con la muerte de Jason Blossom la paz se había turbado y ya solo hacía falta un leve soplido de aire para derrumbar el castillo de naipes. Solo hacía falta un paso en falso para que la frágil ilusión se rompiera y los pecados de los no tan inocentes habitantes salieran a la luz. Los secretos destrozan el alma, solía decirle su madre. Y ella cada día luchaba por pegar un trozo y devolverlo a su sitio. El muchacho pelirrojo le besó los nudillos llenos de sangre y la miró como si fuera a romperse en cualquier momento y fuera a deshacerse como arena entre sus dedos.