Dependiente

Mariel tiene un crush. El chico más bello y genial de toda la escuela; según ella y otras chicas a las que había escuchado hablar de Bryce Santana.

Para muchos era sólo otro chico más que llamaba la atención, aún siendo un estúpido e infantil; por su gran talento con la guitarra y su, hay que admitirlo, inigualable belleza.

No había forma alguna de que Mariel quitara su atención de Bryce. Ni siquiera con que su amiga, Carolina, le recordara constantemente que no había forma de que él se fijara en ella, porque a pesar de ser un bobo tenía novia y parecía quererla muchísimo.

Esperaba no rendirse jamás con él hasta que su mirada se desvió a otro camino y todo cambió.

¿Cuántos días deben pasar para caer por alguien a quien sólo veías como una buena persona?

Uno, sin duda con un día bastaba.